¿Sales de la pista con la sensación de que has perdido tú solo el partido? ¿Sientes que tus rivales no ganan los puntos, sino que tú se los regalas en bandeja? Tranquilo, nos ha pasado a todos. En el pádel, sobre todo al principio, la diferencia no la marcan los golpes espectaculares, sino la capacidad para no fallar lo fácil. En este artículo vamos a destripar esos 7 errores de novato que te están costando partidos y te daremos la solución para que empieces a corregirlos desde tu próximo peloteo. ¡Prepárate para sumar!
Error 1: Vivir en «Tierra de Nadie» (La mala posición en la pista)
Este es, sin duda, el error más común. «Tierra de nadie» es esa zona a mitad de la pista, entre la línea de saque y la red. Te quedas ahí después de un golpe, sin decidir si subir a volear o bajar a defender. ¿El resultado? La mayoría de las bolas te pillan a contrapié o te botan en los pies, obligándote a hacer un golpe forzado y, normalmente, fallón. Es un regalo para tus rivales.
La Solución: La regla es simple: o estás en la red para atacar, o estás detrás de la línea para defender. No hay término medio. Después de cada golpe, toma una decisión y muévete. Si has tirado un buen globo que obliga a tus rivales a retroceder, sube a la red con tu compañero. Si te han tirado un globo a ti, retrocede rápido a tu «casa» (detrás de la línea de fondo) para preparar una buena bajada de pared.
Error 2: Querer Ganar el Punto a la Primera (La potencia sin control)
Vienes con la adrenalina a tope y cada bola que te llega fácil la quieres reventar para sacarla por tres. ¿Cuántas de esas se quedan en la red o se van directas al cristal del fondo? Demasiadas, ¿verdad? El pádel es un juego de paciencia y construcción del punto. Intentar definir con un cañonazo a la primera oportunidad es uno de los caminos más rápidos para regalar puntos.
La Solución: Cambia el chip. Tu objetivo principal no es hacer un winner, sino meter una bola más en el campo rival. Juega con seguridad, buscando los huecos, los pies del rival o jugando bolas profundas que les incomoden. La potencia déjala para cuando tengas una bola muy clara y bien posicionado cerca de la red. Recuerda la máxima del pádel: es mejor una bandeja lenta y bien colocada que un remate potentísimo a la red.
Error 3: Odiar los Cristales (No usar las paredes)
El novato ve el cristal como un enemigo. Cuando la bola va hacia la pared, en lugar de dejarla pasar y prepararse para el rebote, corre hacia ella y la golpea de primeras, casi siempre de forma incómoda y predecible. Las paredes son tus mejores amigas en el pádel, ¡son parte del juego y te dan un tiempo precioso!
La Solución: ¡Paciencia! Cuando una bola vaya a la pared lateral o de fondo, haz lo siguiente:
- Retrocede y gírate: Date espacio y tiempo para leer el rebote.
- Deja que la bola rebote: Confía en el cristal. Te dará una segunda oportunidad para golpear.
- Acompaña la salida de la bola: Prepárate para golpearla después del rebote, en su punto más cómodo. Este golpe se llama «bajada de pared» y es fundamental.
Practica esto. Ve a una pista solo y lanza bolas contra el cristal para acostumbrarte a sus rebotes. Verás qué cambio.
Error 4: La «Sartén» y la Falta de Comunicación con tu Compi
Agrupamos dos en uno porque suelen ir de la mano. El error de la «sartén» es coger la pala con la empuñadura de este (totalmente plana), lo que te limita para hacer voleas, bandejas y efectos. Y el silencio… el silencio en una pista de pádel es mortal. No hablar con tu compañero provoca que vayáis los dos a la misma bola, que dejéis pasar bolas en el medio o que no sepáis quién debe cubrir qué espacio.
La Solución:
- Empuñadura Continental: Acostúmbrate a la empuñadura «de martillo». Es como si fueses a clavar un clavo con el canto de la pala. Es la más versátil y te servirá para casi todos los golpes. Al principio es rara, pero a la larga es una bendición.
- ¡Habla, habla y habla!: La comunicación es el 50% de una buena pareja. Frases cortas y claras: «¡Mía!», «¡Tuya!», «¡Subo!», «¡Bajo!», «¡Ojo al medio!». Avisa a tu compañero de lo que vas a hacer y de lo que ves. Un simple «¡Buena!» después de un buen golpe ya crea equipo.
Error 5: Abusar de la Bandeja y Olvidarse del Globo
Te tiran un globo y tu primer instinto es correr hacia atrás y pegarle una bandeja o una víbora sí o sí, aunque llegues forzadísimo. Este es un golpe de ataque que, si se hace mal, se convierte en un regalo perfecto para que los rivales te fusilen en la red.
La Solución: Aprende a amar el globo defensivo. Si un globo de los rivales te ha superado y llegas muy justo, no te compliques la vida. Tu prioridad es no regalar el punto y recuperar la posición. Haz un globo profundo (que bote detrás de la línea de saque rival) para darte tiempo a ti y a tu compañero a volver a colocaros. Ya habrá tiempo para bandejas más adelante.
Error 6: Volear Bolas que Vienen por Debajo de la Red
Estás pegado a la red, te sientes un profesional, y te llega una bola bajita, a la altura de las rodillas o los tobillos. Tu instinto te dice que la volees, pero como está tan baja, la estampas contra la red. Un clásico.
La Solución: Las bolas que te llegan a la red por debajo de la altura de la cinta son muy difíciles de volear con agresividad. En lugar de eso, tienes dos opciones mucho más inteligentes:
- La «chiquita»: Haz una volea muy suave, una dejadita que caiga justo detrás de la red, a los pies de tus rivales. Esto les obligará a agacharse y a devolver una bola fácil para que tú, en el siguiente golpe, sí puedas atacar.
- Déjala pasar: Si ves que no es clara, da un paso atrás y déjala pasar para que rebote en la pared. Así la conviertes en una cómoda salida de pared para ti.
Error 7: No Flexionar las Piernas
Juegas totalmente erguido, como si tuvieras un palo de escoba en la espalda. Esto hace que llegues tarde y mal a las bolas bajas, que no tengas equilibrio para golpear y que tu centro de gravedad esté demasiado alto, impidiendo una reacción rápida.
La Solución: ¡Agáchate! La posición de espera en pádel es con las rodillas siempre semiflexionadas y el peso del cuerpo ligeramente hacia adelante, sobre las puntas de los pies. Esta postura te permitirá arrancar mucho más rápido en cualquier dirección y, sobre todo, golpear las bolas bajas con control y potencia. Acostúmbrate a «sentarte» un poco para esperar el resto y para volear. Tu pádel cambiará de la noche a la mañana.
Conclusión
Como ves, dejar de regalar puntos no depende de comprarte la última pala del mercado ni de aprender a sacar la bola por cuatro. Se trata de entender el juego, ser paciente y corregir pequeños vicios que todos hemos tenido. Céntrate en mejorar tu posición, en comunicarte, en usar las paredes y en jugar con cabeza antes que con el brazo. Pequeños cambios que te darán grandes resultados y harán que disfrutes mucho más de cada partidazo.
Y tú, ¿qué error de novato te costó más superar? ¿Añadirías alguno más a la lista? ¡Te leemos en los comentarios!